Seba Nerone y Sanyo Gutiérrez consiguieron el trofeo Oxidoc de los VII Internacionales Ciudad de Palma, tras derrotar en la final a Hernán Auguste y Matías Díaz por 6/4 y 7/6. Carolina Navarro y Cecilia Reiter vencieron 6/3, 2/6 y 6/1 a Iciar Montes y Patty Llaguno.
Tras la espectacular victoria en semifinales ante los números 1 Díaz-Belasteguin, Nerone y Gutiérrez acabaron la faena y se llevaron el título de la isla, el primero que logran como pareja.
Un espectacular partido que disfrutaron las más de 3.500 personas que colmaron las gradas del Parc de sa Riera.
Categoría femenina
Parecen estar obsesionadas en querer ganarlo todo. Carolina Navarro y Cecilia Reiter conquistaron en Mallorca su séptimo título de la temporada -el sexto consecutivo-, venciendo nuevamente en la final a Iciar Montes y Patty Llaguno por 6/3, 2/6 y 6/1.
Las números 1 del circuito bwin Padel Pro Tour extendieron su reinado y se hicieron con el trofeo Oxidoc de los VII Internacionales Ciudad de Palma. Mantienen un invicto de 24 partidos, desde la derrota en la final de Madrid, e incrementan su distancia en el ranking.
Una final muy cambiante e igualada, que las campeonas definieron de forma brillante y categórica en el tercer set.
En el comienzo, Navarro y Reiter imprimieron un ritmo vertiginoso, jugando a gran velocidad y sorprendiendo a sus rivales con un tempranero break.
Montes y Llaguno lograron contrarrestar la “furia” inicial de las números 1, pero no pudieron evitar una nueva rotura al servicio de Iciar en el noveno juego, con la que cerraron el set.
Las revoluciones disminuyeron en el segundo set y eso permitió a Patty e Iciar sentirse más cómodas. A partir del 2-2 llevaron el partido a su terreno, impusieron su ritmo, se aprovecharon de los muchos errores de sus rivales y consiguieron cuatro juegos consecutivos para forzar el tercer set.
El duro golpe despertó a las “fieras”. Carolina y Cecilia salieron embravecidas y descargaron toda su rabia en cada golpe. Rompieron el saque de Iciar en el segundo juego, el de Patty en el cuarto y siguieron de largo hasta el 5-0. La final estaba decidida. Montes y Llaguno salvaron el cero, pero nada pudieron hacer para evitar la derrota.
Antes de celebrar nada, Navarro miró al cielo, se persignó, abrazó a su compañera y se largó a llorar. La dedicación para su amiga Sonia. Un triunfo disfrutable pero con sabor agridulce para la malagueña.
Textos: Oscar Solé
Fuente: http://www.padelprotour.com
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