Cuando atacar y cuando defender

Cuando atacar y cuando defender en el pádel son unas de las decisiones más importantes a tomar durante un partido. Si hay una gran diferencia de nivel entre las dos parejas no son factores importantes pero cuando el nivel se equipara son fundamentales a la hora de llevarse la victoria.

 

Cuando atacar y cuando defender
Cuando atacar y cuando defender

 

Hay gente que se siente muy cómoda al fondo de la pista, devuelven muchas pelotas y esperan el error del rival. En niveles bajos e incluso medios puede servir pero a partir de ahí una pareja debe saber alternar y saber jugar entre la defensa y el ataque.

 

Atacar para definir el punto o poner presión al rival

 

No es nada fácil decidir cuando vamos a atacar. Si a eso le unes que tu pareja debe acompañarte para que el ataque sea efectivo pues comenzamos a ser conscientes de que no es nada fácil escoger el momento oportuno para atacar.

 

Hay dos situaciones en las que debemos atacar. Cuando vayamos a definir el punto con un bola fácil que podamos ganar o para poner presión al rival en momentos claves o puntos importantes.

 

Cuando una pelota nos permite ejecutar un golpe cómodo y encontramos un espacio por donde hacer daño debemos aprovecharlo y atacar. Ese golpe debe venir acompañado por un movimiento de ataque post-golpeo en el que deberemos aproximarnos a la red para rematar el punto en caso necesario. Además, nuestro compañero debe acompañarnos en movimiento de ataque y cubriendo espacios en los que pudiera acudir nuestro rival al devolver la pelota.

 

Atacar en momentos clave para poner presión al rival debe hacerse con mucho cuidado. Suele hacerse con casi cualquier pelota, sin esa bola fácil que nos permite ejecutar un buen golpe. Eso puede provocar más errores de lo normal y es por ello que ese ataque debe ser más un ataque de posición que de golpeo. A lo que me quiero referir es que en esta situación debe primar más el presionar en la red que el ejecutar un gran golpe de gran dificultad.

 

Defender esperando la oportunidad de atacar o de provocar el error del rival.

 

Ahora toca el turno a la defensa. Yo la dividiría en dos tipos, la defensa pre-ataque y defensa de provocación de errores.
Evidentemente hay que saber defender, sin ello no nos servirá ninguno de los dos tipos.

Además hay que ser conscientes de nuestro nivel y el del rival puesto que nosotros nos podemos considerar unos grandes defensores con determinada gente pero luego, con rivales de nivel no nos puede servir de nada.

 

Defender esperando la oportunidad de atacar suele ser una estrategia que da sus frutos si se hace bien. Consiste en ir devolviendo todas las bolas del rival si dejarlas fáciles, provocando que el rival tenga que mantener la presión de ataque y que además les movamos en su pista y generemos espacios para más tarde aprovecharlos para realizar el ataque.

 

Es necesaria una muy buena colocación y coordinación con nuestra pareja y una excelente lectura tanto de la pelota como de la ubicación del rival en la pista.

 

Habrá gente que se le dará más bien atacar que defender o viceversa pero si realmente quieres avanzar debes saber jugar de las dos formas. Eso te permitirá poder adaptar o modificar tu estrategia en función del rival o cómo se esté desarrollando el partido.

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