En el artículo de hoy Javier Casadesús nos ofrece una visión sobre el cómo la fusió entre pádel y juventud tiene un resultado de diversión asegurada.
La semana pasada entrené un día con Juan Gisbert en el Real club de Polo de Barcelona (RCPB). En la pista contigua a la nuestra había un grupo de chavales de, calculo yo, entre 13 y 15 años. No eran 4, eran 9. 4 en pista y 5 “revoloteando” alrededor de una de las puertas. Iban intercambiando los roles. Así pasaban de la puerta a la pista y de la pista a la puerta sin demasiados miramientos. Además los 4 que jugaban lo hacían de forma desenfadada. No contaban ni competían.
Hace unos años, cuando trabajaba en el Real Club de Tenis Barcelona, un grupo de padres me pidieron que………….
Sigue leyendo el artículo en el blog de Javier Casadesús.
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