Seguro que muchos de vosotros en alguna ocasión habréis finalizado un partido o un entrenamiento y habéis pensado que no estabais lo suficientemente atentos. ¿A qué debo prestar atención mientras entreno o mientras juego? ¿En qué influye la atención?. Estar atentos nos ayuda a estar alerta, recibir y asimilar información, analizar datos, tomar decisiones y actuar a tiempo y con precisión. La atención juega un papel importante en el entrenamiento puesto que, si nos centramos en el objetivo concreto de la sesión y en las tareas que tenemos que realizar, nuestro rendimiento aumentará.
Respecto a la competición, también resulta decisivo no sólo en el partido en sí sino también días antes de jugar (ya que ayuda a descansar y prepararnos adecuadamente), momentos previos (nos ayuda a regular nuestro nivel de activación y a ultimar detalles), en el partido en sí (mejora nuestro rendimiento), en los periodos de pausa (es determinante para el rendimiento posterior), y después de jugar nos ayuda a recuperarnos y analizar adecuadamente lo sucedido.
La atención tiene principalmente dos enfoques:
– Interno: se trata de sensaciones, pensamientos, autodiálogos o movimientos. Por ejemplo, si prestamos atención a un dolor en el tobillo.
– Externo: todo aquello que es ajeno a nosotros, es decir, lo que sucede a nuestro alrededor. Por ejemplo, aplausos o abucheos del público.
Teniendo en cuenta la amplitud de la atención, también podemos hablar de:
– Atención reducida: cuando atendemos a un solo estímulo. Por ejemplo, sólo atendemos a la pelota antes de golpearla.
– Atención amplia: cuando atendemos a varios estímulos al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando atendemos a la pelota y al movimiento que está haciendo el adversario.
Al principio, es importante una atención más reducida y focalizada y conforme se avanza en el aprendizaje una atención más amplia. Cuando sea necesario adquirir nuevas habilidades o movimientos, será necesario volver a focalizar la atención e ir ampliándola poco a poco.
Si pensamos en el enfoque y en la amplitud de la atención, encontramos cuatro tipos de atención, y lo mejor es entenderlo con ejemplos:
– Interna-Reducida: cuando visualizas la pelota justo antes de devolverla.
– Interna-Amplia: cuando en un descanso analizas los puntos fuertes y débiles de tus rivales.
– Externa-Reducida: cuando prestas toda tu atención a las directrices que te marca tu entrenador.
– Externa-Amplia: cuando observas que uno de tus rivales se encuentra muy al fondo de la pista y decides realizar una “dejada”.
Por supuesto la atención se puede entrenar; pero eso es, quizás, otro tema en el que entraremos más adelante.
Ana Arqués (Responsable de deportes de raqueta en Decathlon de Elche)
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