La importancia de los padres en la transmision de valores
Lo primero que hay que transmitir como padres es que lo más importante en la dad escolar es DISFRUTAR, aprender debe ser divertido.
El siguiente objetivo: EDUCAR EN VALORES; es decir, una actitud no
adecuada de los padres y madres afectará sobre todo a este objetivo de educar en valores a la diversión que sus hijos encontrarán en el deporte.
La influencia que los padres tienen sobre sus hijos propicia que su actuación especto a la práctica deportiva de éstos, tenga una enorme trascendencia, pudiendo avorecer que el deporte proporcione múltiples beneficios, o al contrario, propiciando que se desperdicie esta valiosa oportunidad educativa, e incluso logrando que el deporte
se convierta en una carga pesada con efectos perjudiciales para los niños.
Por tanto, es importante que los padres comprendan que deben ser una ayuda ara sus hijos deportistas y no una fuente de problemas.
Algunas actitudes que se ven en los campeonatos por parte de algunos padres suelen
ser:
– Durante el partido los padres protestan la acción o decisión del colegiado.
De este modo el niño aprende que a esas personas se les puede gritar, faltar al
respeto, insultarles si no nos gusta su decisión…con esas actitudes “ganar” se
convierte en lo importante.
– Si el padre culpa a los árbitros de la derrota, el niño aprenderá a eludir la
responsabilidad y verá que lo principal es ganar.
“Los árbitros son muy importantes y sin ellos no se puede jugar. Son tan
importantes en el juego como la pelota o la pala”
– El padre/madre cuestionan las decisiones del entrenador y además lo hacen
por sistema. En estos casos el niño se encuentra entre dos fuegos. No sabrá si
hacer caso a su padre o al entrenador. Haga lo que haga no acertará. Esa
presión le hará perder el entusiasmo, el juego ya no será divertido y ya no
aprenderá. Y lo peor de todo es que con el tiempo es muy probable que
abandone el deporte. “El entrenador está preparado para educar los niños”
– Los padres insultan, gritan o molestan al contrario y el niño aprenderá a no
respetar a ese contrario; le verá como un enemigo más que como un rival.
Una vez más lo que importa es ganar a cualquier precio.
– Los padres analizan el partido en términos de “¿habéis ganado?” (o peor aún,
¿has ganado?, personalizando la cuestión). Una vez más, estamos
transmitiendo a los hijos la idea de que la victoria lo es todo. Parece que el
sacrificio, es esfuerzo y la superación personal no cuenta.
“La victoria es importante. Pero más importante es cómo se consiguió”
– El padre/madre que fuma durante los entrenamientos o partidos.
Independientemente de que éstos sean o no al aire libre, hay que intentar que
nadie fume o beba alcohol durante el tiempo de deporte. Los niños no deben
unir esas dos situaciones, debemos evitar que asocien el deporte y el
divertimiento que alcanzan con él a conductas no saludables. Hay que pensar
que los padres son como un modelo para los jugadores y como tal se tienen
que comportar.
– El padre/madre que no atiende en los partidos o entrenamientos y el niño
puede ver esto como una falta de interés hacia sus asuntos. Esto puede
mermar su motivación; y sin motivación no hay esfuerzo y sin esfuerzo no
hay aprendizaje.
Debe quedar claro que para que haya una transmisión de valores, es importante la
comunicación que se establezca entre padres e hijos. Si observáis conductas que no os
gustan con ellos, reuniros y hacérselo saber: muchas veces ni se habrán dado cuenta.
La filosofía del deporte para niños en la edad escolar se podría resumir en una
frase: el deportista en primer lugar, el resultado en segundo.
En los clubes que cuentan con la figura del psicólogo deportivo, la ayuda de los
padres, colaborando con el entrenador y el psicólogo, es fundamental para que el
deporte sea una valiosa experiencia formativa en el desarrollo de los hijos, por lo que la
comunicación entre padres, entrenadores y psicólogo ha de ser fluida y constructiva,
entendiendo que todos ellos deben remar en la misma dirección en beneficio de los
niños.
Es importante que los padres comprendan las enormes posibilidades del deporte
de competición y sus posibles riesgos, asumiendo la responsabilidad que les
corresponde para favorecer que sus hijos aprovechen la valiosa experiencia educativa
del deporte.
Fuente: http://www.psicotraining.org/