En el artículo de hoy de Javier Casadesús nos habla de la actuación de los jugadores españoles en el pasado mundial de pádel de menores disputado en Argentina.
Del 28 de octubre al 3 de noviembre se disputó en Argentina el IX Mundial de Menores, organizado por la Asociación de Pádel Argentino, miembro de la FIP (Federación Internacional de Pádel).
Es importante destacar que a pesar de que tras 9 ediciones solo 8 delegaciones han presentado equipo (aunque en categoría femenina solo fueron 5), la FIP sigue en su empeño del fomento del pádel de menores a pesar de las dificultades económicas de la época en que vivimos, sus escasos recursos y también los de las federaciones asociadas a ella. Pero los problemas económicos de las federaciones no las eximen de la responsabilidad que tienen con el pádel de menores. Algunas de ellas, tras varios años ya de existencia, deberían pensar si sus resultados son los más óptimos en este terreno y plantearse con seriedad su futuro.
Un aspecto no menor y al cual se le tendría que dar una solución es el carácter bianual de la competición. Al ser también las categorías de los menores bianuales, se provoca que siempre los mismos niños (la mitad de ellos) compitan siendo los más pequeños de su categoría. La otra mitad siempre sale beneficiada porque siempre son los mayores a la hora de elaborar la selección. Esto es injusto a todas luces y aunque la solución no es fácil, el problema es demasiado importante como para la FIP no busque una alternativa al formato actual.
En cuanto a los resultados deportivos y desde el punto de vista de pádel español la lectura es sencilla: aprobado raspado en categoría masculina y excelente en femenino. Pero es importante hacer aclaraciones que expliquen mis notas. Para empezar el pádel es un deporte donde solo hay tradición de competición de alto nivel en Argentina y España. En los últimos años el pádel ha pasado de ser deporte nacional en Argentina a quizás un lugar más acorde con lo que se espera de una especialidad tan joven. En España hemos recorrido el camino contrario, durante la última época el pádel ha crecido mucho y los recursos dedicados a los menores en forma de ayudas de las federaciones, ayudas de las marcas privadas o recursos propios de los padres han sido muy elevados, incomparables a los de cualquier otra miembro de la FIP. Así pues realmente nuestros jugadores solo compiten contra los argentinos en, más o menos, igualdad de condiciones. Si nuestros chicos…….
Sigue leyendo el artículo en el blog de Javier Casadesús.
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