En el artículo de hoy de Javier Casadesús nos habla de los dos tipos de pista de pádel existentes, haciendo especial mención la cada vez menos utilizada pista de pádel de muro.
Durante los primeros años del desarrollo del pádel solo existía un tipo de pista, la de paredes de muro. Eran pistas con tamaños variables (aunque parezca increíble el largo i/o el ancho de una pista podía diferir en hasta 20 cm ya que el reglamento permitía una variación en las medidas del 5 %). La normativa tampoco regulaba el ancho de los picos (o cantos en algunas zonas geográficas). Así podías encontrar pistas con picos de 1,2 o 3 cm o de 40 cm; incluso los 4 picos de una pista eran la mayoría de veces diferentes en tamaño, lo cual visto con la perspectiva actual parece una aberración. Las mallas laterales eran blandas y se mantenían en su sitio gracias a unos tensores que cedían irremisiblemente con el paso del tiempo, a medida que los jugadores se apoyaban, o se tiraban contra ellas. Hasta las paredes laterales, más largas en aquella época, podían tener longitudes diferentes de una pista a otra.
Eran otros tiempos y no solo la reglamentación era más laxa, también lo era el respeto por la misma y además tampoco había demasiadas opciones para escoger. O jugabas en pistas variopintas o no jugabas. Por mucho que la pista fuera o no reglamentaria.
Llegaron los años 90 y lentamente, muy lentamente, se fueron imponiendo las pistas de cristal. La hegemonía se alcanzó varios años después de su presentación y coincidió con el abaratamiento del precio. Una vez fueron más económicas que las de obra, éstas últimas prácticamente pasaron a mejor vida y dejaron de construirse. Hoy en día solo se mantienen en funcionamiento aquéllas que en su día fueron pioneras del pádel y por eso lo hacen con tanto orgullo.
La pista de cristal se construye con…….
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