Hoy os quiero dejar un fragmento de una publicación que hizo ayer Javier Casadesús sobre la diferencia entre los técnicos (entrenadores) en el pádel y algunos aspectos a tener en cuenta para identificarlos.
Javier Casadesús:
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Twitter: https://twitter.com/JavierCasadesus
Saber qué jugador@s son l@s mejores es relativamente fácil: basta acudir al ránking y mirar la clasificación de cada cual.
El problema se complica si lo que deseamos es clasificar a los entrenadores. Se podría pensar que bastaría con acudir al mismo ránking y comprobar en qué lugar se encuentran l@s jugador@s entrenad@s. Pero no, a pesar de que esa sea la medida utilizada generalmente, ese criterio no refleja la realidad.
La razón es sencilla: l@s jugador@s disponen de las mismas armas para luchar por una posición en el ránking (una pala, un terreno de juego y tres pelotas. Es verdad que el compañer@ también cuenta, pero otro día defenderé el porqué creo que un profesional siempre juega con una pareja de su nivel), pero l@s entrenador@s no. La materia prima con la que trabajan es tan dispar, que valorar los resultados en función de la calidad (en todas sus vertientes y facetas) se convierte en tarea llena de matices y para un análisis que forzósamente siempre será subjetivo.
Porque, qué tiene más mérito, que el jugad@r A se meta en cuadro final o que el B gane el torneo? Quizás, y no solo quizás en muchas ocasiones, es más difícil lo primero que lo segundo.
Así que para aquellos enamorados del pádel, os invito a valorar a los entrenadores observando aquellos matices que los hacen diferentes: desde las tácticas empleadas (y su capacidad de adaptación), pasando por las mejoras técnicas que aportan o, incluso, al análisis de pequeños detalles como el disfrute de un jugad@r o su manera de caminar mientras compite. Ese examen os dará pistas de si realmente un entrenad@r está extrayendo lo máximo de sus jugador@s.