Llegado al final del primer año del World Pádel Tour (WPT) es tiempo de analizar y evaluar los resultados del nuevo circuito profesional de pádel…Circuito que pasa su primer examen con notable, lo cual no es poca cosa para el debut pero que deja también entrever que hay ciertos aspectos que requieren mejora.
WPT nace como consecuencia de la mala gestión del Pádel Pro Tour (PPT). Los gestores del extinto circuito creyeron que eran los únicos capaces de proveer a los jugadores de unas pruebas lo suficientemente atractivas para canalizar sus expectativas. Esa falta de visión y porque no decirlo también, esa cierta prepotencia y arrogancia, les llevó a faltar gravemente y reiteradamente a los compromisos firmados con los jugadores. Compromisos referidos a la calidad de los torneos y especialmente a deudas de carácter pecuniario con los mismos que con el tiempo alcanzaron un volumen más que importante.
Con esos precedentes algunos representantes de los jugadores se pusieron manos a la obra para lograr organizar un nuevo circuito. Y lo lograron, aunque la historia oficial de la creación del nuevo circuito difiera notablemente de la realidad. La necesidad de soslayar el derecho de tanteo de PPT ante cualquier nuevo circuito al término de los contratos firmados con cada uno de los jugadores, unido a que si el circuito era visto como propio por los jugadores todo sería más fácil, forzó una ficción basada en que los jugadores organizarían su propio circuito, que quedó desmontada en el juicio que enfrentó a PPT contra la Asociación de Jugadores Profesionales de Pádel (AJPP). La realidad es que detrás de la nueva organización no están los jugadores sino una empresa y por lo tanto existe el derecho de tanteo y así lo ha estimado el juez.
Dos consideraciones importantes al respecto del párrafo anterior: que PPT haya ganado el juicio en primera instancia no demuestra que no merezca el final que ha tenido, solo demuestra que los jugadores y el nuevo organizador no hicieron bien las cosas técnicamente. Pero PPT merecía dar el relevo después de su comportamiento. La segunda es que los jugadores, a los que se les vendió un nuevo circuito organizado por ellos mismos, perdonaron enseguida la ‘traición’ porque los aspectos dinerarios y de mejora de las pruebas se han cumplido. La vida funciona así y los jugadores no son ajenos a ese devenir. Desgraciadamente si hubiera sucedido al revés, informando de la realidad y no cumpliendo dichas mejoras aunque hubiera sido por causa de fuerza mayor, sospecho que los responsables habrían salido en globo.
El circuito empezó a tomar forma solo en categoría masculina en coherencia con la versión oficial de que era la AJPP la organizadora del mismo. El primer traspiés y demostración de que algo no concordaba con la versión oficial fue la inclusión de manera precipitada y a última hora de siete pruebas femeninas. Si realmente era la AJPP la organizadora, qué demonios pintaban ahí las chicas. La razón hay que buscarla en la sabia decisión del verdadero promotor del calendario.
Vemos pues que el nacimiento del WPT ha sido accidentado y que su vertiente judicial todavía no está resuelto definitivamente. Alguno se apuntará a que el fin justifica los medios. Quizás sí.
WPT ha conseguido cuatro mejoras respecto a su predecesor: por un lado la imagen general de los torneos que se concreta en una mayor sensación de calidad de los escenarios, priorizando los grandes recintos cubiertos. Un incremento muy considerable de premios para los jugadores y un mayor cuidado del trato que reciben. El cumplimiento de lo acordado con los jugadores (es triste tener que resaltar este aspecto pero venimos de una época de incumplimientos flagrantes y continuados). Y finalmente y aunque a medias si se toma como referencia lo que WPT anunció el día de su presentación oficial, la internacionalización por primera vez del circuito profesional (que nadie piense que me equivoco al decir ‘primera vez’, porque si bien PPT organizó algunas pruebas en Argentina, éstas fueron de exhibición, aunque ese pequeño dato se escondía en la letra pequeña pasando desapercibida para la mayoría de los aficionados. Y digo que fue a medias porque WPT especuló en su presentación con sedes de grandes países con poca o nula tradición padelística y finalmente no se concretaron. WPT pasó por Portugal y Argentina.
De los aspectos a mejorar para 2014 destacan dos por encima de todos: la posibilidad de presenciar en directo los partidos vía internet (de pago por supuesto). Se conseguirían tres cosas: incrementar los ingresos de WPT, una mayor difusión y dar la posibilidad de presenciar en directo los partidos.
El segundo aspecto a mejorar es la relación con la FIP (Federación Internacional de Pádel). Relación maltrecha a raíz del Mundial de Pádel de Bilbao al no acudir los jugadores AJPP al evento (¿cómo iban a participar en un torneo organizado por alguien que les pone una demanda y les debe decenas de miles de euros?!). WPT, AJPP y FIP tienen que rehacer puentes más pronto que tarde por el bien del futuro del pádel. Y esa nueva relación tiene que fijarse bajo las siguientes premisas: sin el desarrollo del pádel a nivel mundial WPT tiene poco recorrido y el pádel profesional no es responsabilidad de la FIP (por la sencilla razón de que así lo han decidido los profesionales).
Fuente: http://www.padelabsolute.es
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