Javier Casadesús ha publicado en Facebook un artículo sobre lo que significa para él que jugadores menores pongan sus nombres en sus camisetas de juego.
Leo el comentario de mi buen amigo, el siempre educado y ponderado Manolo Jaén, sorprendiéndose porque algunos menores lucen su nombre en la camiseta.
Dios me libre de decir a nadie lo que debe hacer él/ella o su hijo/a en caso de ser menores, pero de la misma forma también puedo expresar mi reflexión al respecto.
El nombre en la camiseta, para mí, es un galón. Y los galones uno se los gana. Cómo, me diréis? Pues los galones en pádel los obtienes al ganarte el respeto y reconocimiento del resto de actores de nuestro circo: papás, mamás, árbitros, marcas, clubes, rivales…
Y el reconocimiento se obtiene con trabajo, mucho trabajo durante años, humildad, ética deportiva y, aunque quizás duela escucharlo, resultados. Porque los galones no te los dan por intentarlo, te los ganas cuando, cumpliendo lo anterior, obtienes los frutos en forma de muchas victorias.
Sí, porque quizás en nuestra sociedad actual no es políticamente correcto decir esto, pero con el esfuerzo no es suficiente. El esfuerzo, la dedicación, la ética deportiva… te convierten en una gran persona quizás, pero sin grandes resultados no eres un campeón en el sentido de alguien que merezca llevar el nombre en la camiseta. Y los reconocimientos en el ágora pública deben reservarse a los campeones.
No deduzcáis de mis palabras que solo ganando partidos mereces el aplauso. Ni mucho menos! Todo aquél que reúne los condicionantes iniciales tiene todo, todo, todo mi respeto. Pero amigos míos, esto es competición. Es la vida.
Y de la misma forma os digo que aquél que gana muchos partidos pero no entrena duro, no es humilde y no tiene una ética deportiva, tampoco merece nuestro reconocimiento, y por ende los galones.
Os contaré una anécdota. Entrenaba yo a Eric Ginel con 12 añitos más o menos. Como ya despuntaba, Royal Padel le fichó. Su padre estaba encantado, su hijo ya era reconocido por una gran marca!! Yo le dije: “Salva, Eric no ha ganado a nadie todavía. No merece que le regalen las palas.” Aprovechemos que nos las dan, pero no se lo digas. Dile que las compras. No le demos el premio antes de conseguir los objetivos.
Eric es de los menores con mejor reputación los últimos años. Sus padres y él tienen todo el mérito.
Finalmente remarcar que el hecho de lucir o no lucir el nombre en la camiseta de un menor no es, con toda seguridad, un hecho relevante. Puede ser, en todo caso y algunas veces, el síntoma de ir desencaminado.