Rutinas psicológicas en el pre-partido de pádel

La experiencia de partidos y campeonatos hace que en un jugador sus percepciones se vean aumentadas y cualquier estímulo del medio puede generar una respuesta extrema. Cobra especial importancia la forma en que se plantean las rutinas pre-competitivas. Muchos jugadores  las aceptan, pero en el momento de realizarlas carecen de estructura y las preparan sin la intención que se requiere para poder favorecer un cambio real en los niveles de activación y por consiguiente en su estado mental.

Rutinas psicologicas en el pre-partido de padel

 

 

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Sabemos por la gran cantidad de estudios al respecto que los niveles de activación se relacionan con la atención y la concentración en la situación deportiva. Saber gestionar este nivel repercutirá en un mayor control atencional, ya sea para centrarse en focos internos o externos según sea lo que demande el medio. En un partido de pádel estos niveles fluctuarán constantemente y por este motivo el desarrollo de hábitos que complementen esta regulación puede ser tan efectivo.
El nivel de activación se puede entender como la capacidad de respuesta que tiene nuestro organismo al entorno. Se da en tres niveles:
–    Fisiológico
–    Motor
–    Cognitivo (mental)
Las respuestas se dan simultáneamente en estos tres niveles. Sin embargo habrá alguno que domine a los otros, dándonos pistas para saber de qué forma podemos administrar ese exceso de activación.
Cuando hablamos de activación óptima la curva entre rendimiento y activación se mantiene en una meseta. Es lo ideal, saber cuánta activación se necesita en cada momento ya que en un partido los niveles fluctúan constantemente y eso hace que algunos jugadores “se descarguen” mucho antes de que termine el partido, con la consiguiente fatiga. En otros casos pueden canalizar esa energía en enfado y desconcentración no solamente propia sino que también del compañero y perder bolas con facilidad.
Llevar un guión preparado para contrarrestar los factores implícitos en una competición: presión, público (padres), condiciones de calor/frío. Le permitirán al jugador de pádel tener una mejor respuesta sobre todo si tenemos indicadores de desconcentración durante los primeros minutos del partido, poca o nula intensidad, mucho “nerviosismo”, etc.
Cuando hablamos de rutinas pre-competitivas consideramos:
–    El día anterior en el entrenamiento y los hábitos de sueño y dieta.
–    La mañana del torneo, el despertar, desayuno, transporte, horarios, etc.
–    Rutinas a pie de cancha
–    Los momentos previos a la salida
–    La presentación en el torneo
El objetivo de estas rutinas es favorecer que los jugadores se centren en aspectos conocidos para disminuir la incertidumbre del nuevo encuentro, todos los partidos son distintos y eso genera nerviosismo, que es normal. Pero cuando no se puede controlar es necesario tomar medidas al respecto.
Un psicólogo del deporte puede enseñar técnicas de relajación y control de los niveles musculares les permitirá a los deportistas contar con un abanico más grande de respuesta frente a lo que una situación competitiva puede generar.
Siguiendo con las rutinas pre-competitivas surgirían las preguntas de rigor:
    En cuanto al día anterior y a los objetivos previos acordados, ¿Cuál es el monólogo interno del deportista durante la noche anterior?¿El entrenador/ra le ha dejado claro cuáles  son los objetivos que cree puede alcanzar en ese partido?¿Qué objetivos tiene el/la jugador para si mism@?¿Acostumbra a dormir bien antes de los partidos?
    Durante la mañana: acostumbra a hacer las cosas con tiempo? ¿sabe los horarios de los partidos?¿Logra desayunar?¿hace algún tipo de visualización previa?
    En el calentamiento, ¿realiza alguna acción para verificar sus niveles de activación? ¿presenta sobre activación en alguno de los niveles descritos anteriormente?
    De qué va acompañado ese calentamiento: palabras fortalecedoras?¿estrategia de juego?¿ya conoce al rival?. ¿Cuál es el estilo del compañero para dar instrucciones? ¿ logra gestionar su propia activación y evita transmitirla al compañero?
A partir de estas preguntas se puede encaminar un programa personalizado, ya que no todos los niños y jóvenes responden de la misma manera a la competición. Por ello no todas las recetas se pueden aplicar de la misma forma, todas tendrán sus matices. Pero que nuestros jugadores de pádel cuenten con recursos para que disfruten de su juego es un plus y una responsabilidad dentro de la labor de entrenadores y monitores de este deporte.

Sabemos por la gran cantidad de estudios al respecto que los niveles de activación se relacionan con la atención y la concentración en la situación deportiva. Saber gestionar este nivel repercutirá en un mayor control atencional, ya sea para centrarse en focos internos o externos según sea lo que demande el medio. En un partido de pádel estos niveles fluctuarán constantemente y por este motivo el desarrollo de hábitos que complementen esta regulación puede ser tan efectivo.

El nivel de activación se puede entender como la capacidad de respuesta que tiene nuestro organismo al entorno. Se da en tres niveles:

–    Fisiológico

–    Motor

–    Cognitivo (mental)

Las respuestas se dan simultáneamente en estos tres niveles. Sin embargo habrá alguno que domine a los otros, dándonos pistas para saber de qué forma podemos administrar ese exceso de activación.

Cuando hablamos de activación óptima la curva entre rendimiento y activación se mantiene en una meseta. Es lo ideal, saber cuánta activación se necesita en cada momento ya que en un partido los niveles fluctúan constantemente y eso hace que algunos jugadores “se descarguen” mucho antes de que termine el partido, con la consiguiente fatiga. En otros casos pueden canalizar esa energía en enfado y desconcentración no solamente propia sino que también del compañero y perder bolas con facilidad.

Llevar un guión preparado para contrarrestar los factores implícitos en una competición: presión, público (padres), condiciones de calor/frío. Le permitirán al jugador de pádel tener una mejor respuesta sobre todo si tenemos indicadores de desconcentración durante los primeros minutos del partido, poca o nula intensidad, mucho “nerviosismo”, etc.

Cuando hablamos de rutinas pre-competitivas consideramos:

–    El día anterior en el entrenamiento y los hábitos de sueño y dieta.

–    La mañana del torneo, el despertar, desayuno, transporte, horarios, etc.

–    Rutinas a pie de cancha

–    Los momentos previos a la salida

–    La presentación en el torneo

El objetivo de estas rutinas es favorecer que los jugadores se centren en aspectos conocidos para disminuir la incertidumbre del nuevo encuentro, todos los partidos son distintos y eso genera nerviosismo, que es normal. Pero cuando no se puede controlar es necesario tomar medidas al respecto.

Un psicólogo del deporte puede enseñar técnicas de relajación y control de los niveles musculares les permitirá a los deportistas contar con un abanico más grande de respuesta frente a lo que una situación competitiva puede generar.
Siguiendo con las rutinas pre-competitivas surgirían las preguntas de rigor:

    En cuanto al día anterior y a los objetivos previos acordados, ¿Cuál es el monólogo interno del deportista durante la noche anterior?¿El entrenador/ra le ha dejado claro cuáles  son los objetivos que cree puede alcanzar en ese partido?¿Qué objetivos tiene el/la jugador para si mism@?¿Acostumbra a dormir bien antes de los partidos?

    Durante la mañana: acostumbra a hacer las cosas con tiempo? ¿sabe los horarios de los partidos?¿Logra desayunar?¿hace algún tipo de visualización previa?

    En el calentamiento, ¿realiza alguna acción para verificar sus niveles de activación? ¿presenta sobre activación en alguno de los niveles descritos anteriormente?

    De qué va acompañado ese calentamiento: palabras fortalecedoras?¿estrategia de juego?¿ya conoce al rival?. ¿Cuál es el estilo del compañero para dar instrucciones? ¿ logra gestionar su propia activación y evita transmitirla al compañero?

A partir de estas preguntas se puede encaminar un programa personalizado, ya que no todos los niños y jóvenes responden de la misma manera a la competición. Por ello no todas las recetas se pueden aplicar de la misma forma, todas tendrán sus matices. Pero que nuestros jugadores de pádel cuenten con recursos para que disfruten de su juego es un plus y una responsabilidad dentro de la labor de entrenadores y monitores de este deporte.

 

Fuente: http://www.psicoaching.net

 

 

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